La voz de Abby Weems suena como si fuera una adolescente rebelde y resentida contra el sistema que no la deja ser en ningún lado excepto en su proclama musical, que se mantiene consistente a lo largo del tema. Todo en conjunto nos da nostalgia de la década pasada, en donde habÃa un prÃncipe rubio de ojos azules impenetrables y con «olor a espÃritu adolescente» que dejó marcada a una generación y cuyos discÃpulos, que bien podrÃan ser éstos, quieren emular o rendirle tributo.
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