Animal Collective, a mil hertz de la Tierra

septiembre 18, 2012

«Esto está buenísimo, pero estoy confundido y no sé bien qué está pasando y creo que necesito escucharlo de nuevo o quizás debería sacarlo». Así predijo Deakin (AKA Josh Dibb) que iba a ser nuestra reacción al escuchar el nuevo trabajo de Animal Collective. Y no se equivocó. Las melodías más poperas y cargadas de sampleos de Merriweather Post Pavillion (2009) no eran algo a lo que había que acostumbrarse. Centipede Hz es el retorno a su sonido más experimental y la reformulación de todo lo que creíamos haber entendido sobre él ¿Ya leíste nuestra reseña? En esta nota nos metemos un poco más en el universo de uno de los mejores discos del año y te contamos cómo fue creado.

Mails desde Los Ángeles a Lisboa con escala en Washington D.C. no podrían haber dado lugar al nacimiento de Centipede Hz. El estar juntos en un cuarto tirando ideas, imágenes, sonidos y palabras es algo que a Animal Collective no le pasaba desde Feels (2005). Reunidos en Baltimore de enero a marzo de 2011 para escribir las canciones, más precisamente en la casa de la madre de Deakin -donde empezaron a tocar mientras estaban en la secundaria-, lo único en claro al principio era que querían hacer algo totalmente alejado de Merriweather. Eso requirió, entre otras cosas, la presencia de los cuatro integrantes: después de no haber participado en ese trabajo anterior, Deakin volvió al grupo (e incluso le puso los vocales a una canción por primera vez, Wide Eyed). «Creo que los discos en los que estamos todos son las experiencias más viscerales de nuestra música. Los otros son más delicados, se tratan más de juntar partes instrumentales de cosas electrónicas, pero cuando estamos los cuatro en una habitación es más sobre crear una pared de sonido. Esa dinámica se escucha en el disco», cuenta Avey Tare (David Portner).

De MPP a Centipede Hz hay años luz de distancia y desde que escuchás los platillos en la intro de Moonjock, tema que abre el disco entre señales de interferencia, lo sabés. La naturaleza de las canciones acá es distinta y Panda Bear (Noah Lennox), quien volvió a hacerse cargo de la percusión después de ocho años, explica por qué: «En Merriweather no había mucha parte física involucrada. En los shows trabajábamos con sampleos de fases repetitivas, manipulando los sonidos con un mixer y cosas así. Había una intensidad, pero no había mucha interacción con los instrumentos. Esta vez quisimos hacer algo que trajera de nuevo ese lado de nuestra música y estar en la batería a mí me significó un punto de partida para hacer algo más activo».

La propuesta es la siguiente: imaginemos que hay extraterrestres allá afuera captando distintas frecuencias radiales que llegan desde la Tierra. Pequeños fragmentos de canciones se interponen sobre comerciales, mensajes de las distintas emisoras, las voces de los presentadores. Distintos estilos de música y de culturas colisionan en un solo lugar, de manera frenética. El concepto detrás de Centipede Hz está sobre la mesa. «Creamos nuestro propio paisaje musical en base a eso, intentamos empujar las canciones a ese espacio extranjero», dice Panda Bear. «Toquemos como una banda alien» (sí, les llevó nueve discos darse cuenta) se podía escuchar bastante durante las sesiones y la idea de una transmisión radial perdida en el cosmos se iba a convertir luego en el programa de Animal Collective, ese que nos pusimos a escuchar durante varios domingos a la noche. Uno de los mixes pasados ahí, presentado por Geologist (Brian Weitz) antes de que el disco se ponga en streaming, le había sido enviado a Ben Allen (productor de este nuevo trabajo que también estuvo presente en MPP) antes de entrar al estudio a modo de muestrario de inspiraciones. El objetivo era grabar el álbum como si fuese hecho en vivo, con ese tipo de secuencia, encerrados en un estudio de Texas tocando las canciones de principio a fin o en secciones -como suelen hacer en sus shows, dos o tres canciones juntas- mientras Allen los grababa en cinta con dos máquinas sincronizadas. La idea no resultó tan fácil y sólo Monkey Riches y New Town Burnout (cuya melodía hizo Panda Bear mientras escribía el material para Tomboy) lograron salir así. «Ben nos da un poco de balance. Es genial para decir cosas como «˜si toman esta decisión, que es suya de tomar, puede ser que mucha gente no lo entienda´«, explican ellos. «Su estilo de producción siempre tiende a buscar lo más «˜directo’, protege mucho las melodías y los vocales. Si los cuatro de nosotros nos sentamos a mezclar un disco podríamos estar modificando cosas por días. Nos sentimos bien dejándolo en sus manos», agregaron. Today’s Supernatural, la primera entrega que tuvimos del material, ya nos mostraba que ninguna decisión tomada había sido mala.

Centipede Hz es uno de esos discos para los cuales no está permitido activar el shuffle, sin importar cuántas veces lo hayas escuchado. Palabras de Panda Bear: «No es exactamente música para relajarse o para poner mientras haces otra cosa, sino que requiere que te concentres por un rato. Creo que ese es el caso para casi toda la música que hacemos». Crimson, la canción inédita que presentaron hace unas semanas, es otra prueba de esto. Mientras lo escuchamos de nuevo, nos preguntamos: ¿vendrán a presentarlo por acá?