Roger Waters en Argentina

julio 1, 2011

El histórico líder de Pink Floyd desplegará su increíble show audiovisual, basado en The Wall, los días 7 y 9 de marzo en el Estadio Monumental. La venta de entradas se realizará vía Ticket Portal a partir del 8 de agosto.

En una época lejana se empezó a jugar con la idea de que las melodías se podían ver y los colores se podían escuchar. Pink Floyd era uno de los pesos pesados que sostenían esta modalidad y, mediante el rock and roll, yuxtaponían filosofía revolucionaria con imágenes impactantes. Una cuestión directa a los moldes planteados históricamente, con buena música de por medio.

El grupo se formó a mediados de los ’60 en Inglaterra. Tras una serie de cambios debido a los problemas con el Ã¡cido que afrontaba Syd Barret, la banda quedó a cargo de Waters que comandó, junto a David Gilmour, a Pink Floyd es sus mejores épocas.

Los discos más celebrados, tanto por la crítica como por el público mundial, fueron Animals, The Dark Side Of The Moon y The Wall, que sirve de excusa para traer al virtuoso bajista nuevamente nuevamente a Buenos Aires.

El álbum doble fue originalmente lanzado en noviembre de 1979 y vino acompañado de una serie de presentaciones de alta gama alrededor de todo el mundo. Los integrantes de la banda tocaban en estadios colmados con una pared gigante que los mantenía separados del público. Mientras la presentación transcurría, el muro iba cayendo lentamente mostrando todo tipo de escenas relacionadas con la segunda guerra mundial, el viciado sistema de educación capitalista, lo enfermiza que puede ser una relación maternal y todas esas cositas de la vida (sexo, amor, religión y política).

La opera rock (así se lo definía en ese entonces) generó tanto impacto, que hasta tuvo su propia película, dirigida por Alan Parker, guionada por el propio Waters y protagonizada por Bob Geldof.

Después de los clásicos tironeos legales que tiene una banda tras alcanzar el éxito, Pink Floyd se separó y Waters se dedicó a pasear por el mundo con sus mayores Ã©xitos. Ese paseo lo trae nuevamente a Argentina, donde estamos esperando que la pared se caiga para ver qué hay del otro lado.