Entrevista: New Young Pony Club

junio 13, 2011

Dicen que no hay nada como pertenecer. Sentirse parte de algo que excede los propios límites. Compartir con otros pasiones gemelas, derroteros comunes, idénticas incógnitas. Quienquiera que haya creado el primer club, no pasó por alto este anhelo. El mismo anhelo que juntó a Tahita Bulmer, Andy Spence, Lou Hayter y Sarah Jones allá por el 2005 y los tentó a crear New Young Pony Club durante los albores de la new rave londinense. Fantastic Playroom, su primer álbum, los embarcó en la lúdica aventura de hacer bailar. En el 2010, con el lanzamiento de The Optimist, demostraron con un sonido más polinómico que -además- se proponían no perecer. NYPC se presenta por primera vez en nuestro país en la tercera fecha del ciclo Embassy, bajo el techo de Niceto Club. Andy , productor y guitarrista de la banda, respondió algunas preguntas que Rocktails le tenía preparadas. Membresías en mano. Y bienvenidos al club.

-Jugando un poco con la nomenclatura, ustedes revelaron en una oportunidad que el nombre «New Young Pony Club» surgió de un deseo de pertenencia, de formar parte de un grupo con sus propias peculiaridades. Es un poco la idea de un club, ¿no? La de reunirse bajo una especie de manto de especificidad. ¿Cuáles son las reglas básicas de este NYPC? ¿Cuáles son los requisitos para unirse a él, para ser miembro?

-Las reglas de NYPC son, en principio, carecer de pretensiones. No usar ropa de color negro durante más un año seguido. Ser único. No ser un subordinado. Comer pastel en todo momento que sea posible. ¿Los requisitos para ser miembro? Tener buen sentido del humor y ser una persona genuina, no una oveja más del rebaño.

-Se adjudican el éxito de haber logrado una comunión entre la ética dance y la ética pop. ¿De qué elementos de cada una de dichas éticas piensan que NYPC se apropió? ¿Cómo describirían la nueva ética que proviene de la fusión?

-Nuestra ética consiste simplemente en utilizar aquello que funcione para el track. Combinamos la dinámica de la música dance con la emotividad de la música pop; pero también amamos la música disco, el hiphop, la world music, el krautrock, la new wave, el shoegaze. Si hay algún elemento de un género que nos gusta y que pensamos que funciona en el track, nos gusta incluirlo porque hace que dicha canción sea más representativa para nosotros.

-Durante una entrevista mencionaron que lo que ustedes buscaban, al fin y al cabo, era ser una banda longeva. Que su sonido venciese la prueba del paso del tiempo, que no fuese homologado a «el sabor del mes». Por otro lado, cuando supieron que el nombre «Pony Club» ya pertenecía a una banda irlandesa, le añadieron el «New Young» porque «“según sus propias palabras- lo querían más atrevido y más joven, renovado. La pregunta es: ¿de qué modo la longevidad y la juventud pueden convivir en este proyecto? ¿Creen que NYPC logró un equilibrio musical entre lo nuevo y lo viejo, entre lo moderno y lo clásico?

-Longevidad en la industria musical significa hacer música increíble que toque a la gente. Significa ser fiel a vos mismo y a tu visión. No importa realmente si la mitad del mundo te ignora. Si tu música es lo suficientemente buena, sobrevivirá a todas las cosas que están de moda que te rodean y más melómanos te descubrirán con el paso del tiempo. Es nuestro ethos.

-Su último álbum, The Optimist, suena más oscuro y complejo que Fantastic Playroom. Señalaron que era dueño de una «resonancia emocional diferente». ¿Cómo influyeron la atmósfera proveniente de la recesión en la industria musical y sus propios sentimientos en el sonido de este trabajo? ¿Y porqué, a pesar de todo, lo llamaron «The Optimist» (El Optimista)?

-El optimismo en la adultez se trata de comprender que el mundo es un lugar difícil. Buenas cosas le suceden a los malos y malas cosas le suceden a los buenos. No hay lógica. El optimismo es sobre todo valentía. Hubiese sido fácil hacer otro Fantastic Playroom pero queríamos arriesgarnos con este segundo disco y hacer algo inesperado. El álbum fue difícil de hacer porque estábamos exhaustos luego de la gira con motivo de la presentación de Fantastic Playroom que duró tres años. El mundo fue cambiando y la atmósfera festiva de los 00’s fue virando con la crisis mundial. Yo me encontraba atravesando la ruptura de una relación amorosa de larga data y quería mayor transparencia en las letras. Hacer un disco tan bueno como el que finalmente resultó ser. Tuvimos que superar muchas cosas de nosotros mismos y del mundo que nos rodeaba. Tuvimos que oscilar entre lugares oscuros y lugares más luminosos. Ese vaivén definitivamente se reflejó en la música.

-Lanzaron The Optimist desde su propio sello discográfico, The Numbers. ¿Cuáles son las dificultades y los beneficios de tener el proceso completo de record making en sus manos?

-Es difícil. Para The Optimist había muy poco dinero para la promoción. No pudimos promocionar realmente el disco por fuera del Reino Unido e incluso creo que muchos de nuestros fans aún no saben que ya salió. No podés competir con un sello discográfico de mayor envergadura: tienen los recursos para captar la atención de los fans con videos y shows lujosos. En el Reino Unido no podés obtener apoyo de las radios o las señales de TV si no tenés un inmenso presupuesto destinado al marketing. Jamás verás una banda de un sello pequeño obteniendo exposición en las radios mainstream de Inglaterra o en la TV porque los ejecutivos creen que derrochar dinero de un saque y obtener prensa equivale a obtener éxito y, si no podés solventar dicha movida, se niegan a creer que podés ser exitoso. Es complicado. Nosotros no podemos darnos el lujo de viajar y dar shows gratuitamente porque con el dinero de las giras es como pagamos nuestras cuentas. Salir de tour es muy costoso para las bandas y somos muy afortunados de volver a casa con algo de dinero. Estar en una banda alternativa de un sello discográfico pequeño no es glamoroso. Es implacable en términos de lo que requiere para asegurarte que vas a llevar una compensación de vuelta a casa. Habiendo dicho todo esto, es genial estar a cargo del lado creativo del trabajo. Encontrar remixers y directores creativos que se suman al proyecto porque aman la música, de verdad.

-«No deseamos hacer singles amistosos para la radio». Se percibe que el sonido de NYPC esquiva la etiqueta de «sólo hecho por motivos comerciales». En contrapartida, aceptaron formar parte del soundtrack de una publicidad de Intel TV. Escuché que no fue una decisión fácil de tomar. ¿Cómo manejan este juego ambiguo con la industria cultural? ¿Cuáles con las concesiones permitidas y cuáles son aquellas cosas que protegen con uñas y dientes de la «máquina de fabricar dinero»?

-Jamás dijimos que no queríamos hacer singles amistosos para las radios. Eso fue parafraseado. Lo que dijimos fue que no queríamos comprometer nuestro sonido para llegar a la radio. Jamás nos traicionamos y las radios mainstream del Reino Unido nos ignoraron completamente. Eso en el Reino Unido equivale a firmar tu certificado de defunción. Cambiarán de opinión, de todos modos. No lograron matarnos con su indiferencia, por lo que deberán aceptar que somos una buena banda a pesar de no sonar como «la banda del momento». Seguimos haciendo música debido a una férrea determinación. Nos emociona mucho tener tantos fans en otros países a los cuales no les importa la moda o el dinero como sí ocurre con la gente del Reino Unido. Sabemos que los fans en otros sitios aman la buena música y, a nivel internacional, la misma se escucha en la radio porque es buena. Es apasionante ir a Alemania y escuchar Lost a Girl en la radio mainstream, el sonido saliendo de la van de un trabajador de clase media durante la hora del almuerzo en una calle ajetreada.

-Las mujeres son mayoría en NYPC y dicho condimento aporta algo particular a la imagen de la banda. ¿Piensan que existe algún «ingrediente de género» que influye en su música?

-Obviamente es mejor cuando hombres y mujeres hacen música juntos. ¿Cómo la música puede ser representativa de la humanidad en la modernidad si sólo le habla al 50% de la población? Tenemos diferentes visiones del mundo y experiencias de igual importancia.

-Formaron parte del NME Indie Rave Tour junto a bandas como CSS, The Sunshine Underground, Klaxons. ¿Cuál creen que es su lugar en la escena musical actual? ¿Con qué bandas sienten afinidad (o no) en el presente?

-Nuestro lugar en la escena musical es la de una gran banda de hombres y mujeres, todos fuertes, con sus talentos específicos. Somos multirraciales, somos multiculturales. Hacemos música inspiradora, lo cual es pangenérico. No tenemos escena. No encajamos en ningún sitio. Estamos construyendo nuestro propio lugar, trazando nuestro propio rumbo. Somos tan únicos como la gente a la cual le agradamos. Ninguna otra banda se nos parece.

-El año pasado estuvieron de gira alrededor del mundo durante un tiempo considerable. Fueron a lugares donde nunca antes habían tocado: Croacia, Eslovenia, Bosnia, Sudáfrica. Ahora incluyeron a Sudamérica por primera vez en su itinerario. ¿Cuáles con sus expectativas respecto al hecho de tocar en esta parte del mundo?

-Nos dijeron que el público de Sudamérica es muy acogedor y receptivo. Esperamos con ansias conocer nuevos países y hablar con los fans sobre sus vidas y experiencias. Sin duda serán material de inspiración. Estamos felices de finalmente haber sido invitados para tocar para ustedes. Estuvimos esperando esto por mucho tiempo y estamos emocionados.

-Por último, ¿pueden anticiparnos algo, regalarnos un pequeño avance de su show en Buenos Aires? ¿Qué puede esperar el público argentino de su presentación en el marco de una nueva edición del ciclo Embassy?

-Buena música entregada a un ritmo del 110%. La pasarán genial. No nos gusta quedarnos estáticos o dando vueltas sin pensar que hay gente del otro lado. Queremos que el público se involucre, que se sienta partícipe.

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New Young Pony Club se presentará el miércoles 15 de junio en Niceto Club. Más información acerca del evento acá.