Tócala de nuevo Francis

octubre 5, 2010

Como ya habíamos adelantado hace un par de semanas, se viene un fin de año cargado de visitas internacionales. Para los amantes de la música, no hay quejas posibles de formular. Y para los nostálgicos de las bandas clásicas, esta semana el Luna Park será escenario de dos grandes bandas: esta noche Incubus estará calentando el cuadrilátero que mañana acogerá nada más y nada menos, que a los grandiosos Pixies.

Y porque somos muchos los que agotamos las entradas apenas nos enteramos de su visita, y porque somos muchos los que nos preguntamos dónde irá a estar nuestra mente la noche de mañana, acá vamos a repasar un poco de la historia del cuarteto de Boston. Porque Kurt Cobain fue fanático confeso, y nosotros también.

Corren los años ochenta y se da una de las situaciones más clichés en el surgimiento de una banda: dos compañeros de habitación de la Universidad de Boston -con inclinaciones musicales, claro- empiezan a componer y deciden que quieren formar una banda de rock ¿Cómo sigue? Ponen un aviso en un diario local y solicitan bajista para una banda con influencias de Husker Du y Peter, Paul & Mary ¿Qué sigue? Responde una chica, que se hace llamar Mrs. John Murphy (así se llamaba su marido), pero cuyo nombre real es Kim Deal. Viene de Ohio, no tiene bajo, pero asegura que de chica ella y su hermana gemela tuvieron una banda y sabe tocarlo. Si le prestan dinero consigue un instrumento y también les sugiere un baterista. Quienes la reclutan son nada más y nada menos que Charles Thompson IV, mejor conocido como Black Francis y Joey Santiago, la voz y la guitarra principal de los Pixies, banda que quedó completa una vez que se sumó David Lovering en la batería, allá por el año 1986.

Pioneros del rock alternativo, para definirlos podríamos hacer un mix entre los sonidos que ellos declararon influentes en su música como el surf rock y el punk de antaño, después agregarle un poco de surrealismo a sus letras, otro poco de psicodelia, algo de ovnis, religión y mutilaciones, y allí tendríamos algo parecido a las melodías que cautivaron, cautivan y cautivarán a miles de personas en todo el mundo. Porque también fueron grandes precursores de otras tantas grandes bandas de los años 90 como Nirvana o Pearl Jam.

Buscando una palabra que le llamara la atención en el diccionario, Joey Santiago bautizó a la banda como Pixies in Panoply primero, pero luego lo acortaron al nombre con el que todos los conocemos. Salieron del under y el éxito les llegó primero en Europa. Mientras que MTV se negaba a pasar sus videos, los charts ingleses se apoderaban del efecto que canciones como Where is My Mind, Wave of Mutilation y Here Comes Your Man generaban. Canciones que hoy son himnos de una generación que lloró en el 93 cuando se separaron y volvió a sonreír casi una década más tarde, con la reunión. Un año antes de este suceso, los Pixies recorrían su país natal teloneando a U2 en su Zoo TV.

En el estudio

Un año después del surgimiento de la banda, y tras haber tocado en algunos lugares del circuito under, el productor Gary Smith de los Estudios Fort Apache, les propuso grabar sus canciones en un demo donde incluyeron 18 tracks, y que fue llamado The Purple Tape (reeditado en 2002 bajo el nombre Pixies). Fue Ivo Watts, el lider de 4AD quien finalmente convirtió en disco 8 de esas canciones en el EP Come On Pilgrim (1987). El año siguiente se lanzaba Surfer Rosa, el segundo disco de la banda, y el que les hizo ganar críticas entusiastas de parte de la prensa británica, que le daba la bienvenida en la escalada de sus charts. Ese mismo año firmaron con Elektra Records y se metieron en el estudio nuevamente para dar vida, en 1989, a Doolittle, trabajo que también cosechó grandes críticas y posicionó canciones como Here Comes Your Man en los primeros puestos de las listas de hits ingleses. El disco alcanzaba el octavo puesto en UK mientras que los americanos aun no los acogían de la misma manera, y el disco se posicionaba en el puesto 98.

Luego vendrían Bossanova (1990) y Trompe le Monde(1991), el último disco que editarían antes de su separación en 1993, en parte causada por una guerra de egos entre Black Francis y la única mujer de la banda, Kim Deal, que se quejaba de que él no la dejaba participar en la composición de canciones. Luego de anunciar en un programa de TV que la banda se separaba, Francis les envió un fax a sus compañeros para comunicarles que los Pixies se disolvían. Tanto él como Kim siguieron con sus carreras musicales; Francis de manera solista, cambiándose el nombre a Frank Black, y Kim volvió a formar The Breeeders, banda que había conformado en su adolescencia.

Por fortuna el tiempo pasó y uno de los festivales norteamericanos más importantes del circuito (Coachella) fue el escenario que los volvió a juntar en el año 2004. Tras una seguidilla de shows en varios festivales europeos, los geniales Pixies estaban de vuelta. Con varios discos de recopilaciones grabados durante los años de su separación, hoy, seis años más tarde, estamos a horas de presenciar uno de los tantos encuentros que este fin de año se disputa el título de show del año.