(Chile) – Fother Muckers es una banda con encanto o, para evitar la cursilerÃa, una cierta capacidad de generar empatÃa. Chiquillos simpáticos, vecinos suyos o mÃos, que gustan del rock (del bueno afortunadamente) y se dedican a hacer canciones y, bien para ellos y nosotros, las canciones la mayor parte del tiempo funcionan y reviven lo mejor del espÃritu muckers: entusiasmo, jovialidad y una sana carencia de pretensión. No hay muchas vueltas en el estilo del grupo, más o menos lo que todos sabemos. La avenida Beatles, confluyendo con la rotonda Kinks, y de vez en cuando callejón country «“amor por Wilco, tal vez- o algo que recuerda a guitarras contemporáneas. A velocidad baja, media o alta.
Fother Muckers cuenta ya con tres álbumes y un EP, el más reciente (Si no tienes nada que decir, entonces calla) muestra a un grupo que a pesar de tener bastante claro qué tipo de canciones gustan de componer, deparan interesantes sorpresas; como Buscando Oro, el dub que cierra el disco de forma inesperada y notable con una estribillo rotundo «No me importa si al final me quedo solo o si se olvidan de mÃ; yo los dejaré y me iré buscando oro, asà lo decidû. Están Jessica y Meteoro, temas que de distinta forma exhiben el credo Muckers no se estanca. Y en esto se basó principalmente el concierto que la banda ofreció el pasado miércoles 23 de junio en la sala SCD del barrio Bellavista.
Es difÃcil expresarlo pero quizá un valor agregado de la propuesta de la banda sea un acoplamiento con cierto componente idiosincrásico. Quizá resida en la interpretación, en la levemente desafinada y ronca voz de Cristóbal Briceño, o en sus videos, llenos de plazas públicas, canchas de fútbol y poblaciones. En fin, el cuento es que Fother Muckers son algo asà como los Beat 4 de los años dos mil: una banda sin duda influida por el rock anglosajón, pero que juega con éste e intenta infiltrarlo de una mirada local y desaflojada. Y esto, cuando una parte no menor de la escena parece una copia con suerte correctamente imitada, es un mérito. Quizá a Cristóbal Briceño se le pasa un poco el punto en lo parlanchÃn y de ser un despreocupado y chispeante cronista del Chile diario se torna de a poco en innecesario. Pero bueno, el regodeo hay que dejarlo a un costado.
Fother Muckers pasan por un buen momento. Su sonido, que a veces se sustenta en tres guitarras, es cada vez más consistente, sus canciones son lozanas y diversas dianas pop y, lo mejor de todo, su desaprensiva puesta en escena, su recatada expresión de ego, hace que su música y por sobre todo la existencia del grupo sean un bienvenido don por estos dÃas. Como ellos decÃan en una canción propia Qué vivan los Fother Muckers.
A continuación, un video de la banda chilena.