Mano a mano con Manuel Moretti

junio 4, 2010

Moretti es un tipo simple. Un bohemio convertido en cantor popular que disfruta lo que hace. Mientras empieza a hablar se confunde las fechas, se enreda en el tiempo, como a quien en algún momento de la vida se le aceleraron bastante las cosas. Enseguida se relaja, sonríe y toma un sorbo de café. Seguramente para él y el resto de la banda, muchas situaciones dejaron de ser moneda corriente en los últimos años. Giras, shows, promoción y un montón de sucesos tan alegres como desgastadores. Pero el cantante de Estelares acompaña sus expresiones con esa calma que tienen las personas que terminaron de digerir un gran bocado y se preparan para ir por otro.

entrevista-estelares-¿Cómo viviste el momento en el que explotó todo con Sistema Nervioso Central?

-Fue una alegría enorme, era entrar en un supermercado y escucharme cantar o entrar a un taxi y saludarme. Pero lo más hermoso de todo es cuando te acostumbrás, yo tarde más o menos ocho meses, y ahí te das cuenta que no se acaba, que sólo se trata de poner en frecuencia la antena para que las cosas pasen.

-¿Qué cambia en un músico con la masividad?

-Mucho. Mirá, nosotros tocamos el fin de semana para 350 mil personas, 300 mil acá y 50 mil en Córdoba. Volví ayer fusilado, fui a terapia y cuando volví toque el piano mucho mejor que en los últimos cuatro años ¿Sabés por qué es eso? Por la gente. Si vos dejas que pase, pasa. Estaba tocando como la puta madre, la llamé a mi chica, le hice escuchar y ni ella podía creer como estaba tocando el piano (risas). Si te hacés cargo de lo que está pasando te ayuda a crecer un montón. Yo ahora se que hago una canción y la van a escuchar por lo menos 20 mil personas.

-¿Se plantearon repetir algunas fórmulas en Una Temporada en el Amor?

-Lo que nos planteamos es que queríamos seguir teniendo el nivel de rotación en la radio. Te cagás un poco porque pensás: «¿Tendremos los hits que teníamos?». La banda crece a nivel compositivo también, este último disco tiene menos adrenalina, pero los temas arrancaron para otro lado y los resolvimos con gusto, con placer, y también hay canciones que pueden sonar en la radio. Es cierto que el éxito te presiona pero por suerte todo tomó su curso y Una Temporada en el Amor nos gusta, es más intimista, más abierto, con más reflexiones y alguna experimentación sonora.

-¿Te pasó tener que desechar alguna canción porque quizás no podía gustar?

-Y…siempre pasa que sabés que hay canciones más oscuras, que podés meter sólo una o dos en un disco. También voy creciendo como compositor y me pasa que me doy cuenta cuando una canción tiene una frase estribillezca y popular. Nunca había escrito una canción popular, pero cuando compuse Ella Dijo enseguida me dí cuenta que era una bomba. Cuando me pasa algo así lo primero que pienso es: «¿A quién le afane esto? No puede ser mío».

-¿Cómo es el momento en el que te surgen las canciones?

-Yo estoy todo el tiempo tarareando melodías, y cuando aparece algo que me gusta llamo por telefono a mi casa y lo dejo grabado en el contestador para no olvidarme. O sino me acuerdo de una vez, cuando vivía en La Plata, que iba en bicicleta y se me ocurrió una frase de Rodeos y tuve que volver tarareándola sin parar hasta mi casa. Eso es una maravilla boludo, cuando aparece el proceso creativo es una maravilla.

manuel-moretti– ¿Sentís que seguís aprendiendo cosas?

-Todo el tiempo por suerte. Yo ahora soy cantante y toco menos, pero mi sueño es el día de mañana tocar muy bien el piano y cantar al mismo tiempo, cosa que hoy no me sale. Pero es así, no parás de aprender. El otro día pensaba en el caso de Charlie Parker, que antes de comprar ese mito, que yo también compré, de las drogas para expandir la cabeza y para ver otras cosas, que en parte es cierto, pero por otra parte te limpia; él decía que estaba tocando como los dioses pero que todavía le faltaba, y es así.

– ¿Qué relación tuviste con las drogas?

-Tuve una relación intensa, preciosa y oscura. Hace mucho tiempo, entre los 19 y 25, probé de todo, hasta me inyecté, y aunque aprendí algunas cosas, fue angustiante y doloroso. No tengo mucho para decir, me parece que está bien, que fumar porro es una maravilla y que hay que cuidarse de otros excesos.

-¿Sentís que te abrió un poco la cabeza a la hora de crear?

-Podría decir que sí, la droga me sirvió pero me cago a trompadas también. Yo fui adicto un tiempo bastante largo a la merca que la verdad mucha creatividad no me dio. Pero otras cosas sí. Experimentar con drogas me ayudó a expandir la conciencia, algo me pasó, hubo un quiebre, hubo algo interesante pero también un reservorio de angustia groso y una neurosis tremenda. Aunque no es sólo la droga, también hay una cosa personal, yo venía con problemas familiares de muy joven, muchas cosas.

-¿Sos de escuchar Estelares en tu casa?

-No, ni ahí. De hecho siempre soy el último en escucharnos y sólo si me ponen un revolver en la cabeza. Ya tengo suficiente con Narciso.

-¿Y qué escuchás?

-De todo un poco, en este momento mucho Grateful Dead, Neil Diamond, Wilco, Paul McCartney, soy re clásico. Ah, también los Flaming Lips…y ABBA y Roberto Carlos. Mis amigos me joden porque dicen que llevo minas a casa y les pongo Roberto Carlos (risas). Mirá que yo soy fana de Roberto Carlos, siempre fui de escucharlo mucho.

-Ahora se están por ir a tocar a España y México, ¿cómo surgió eso?

– Lo de México es una voluntad nuestra. Queríamos ir por primera vez y justo la compañía va a editar nuestros últimos dos discos allá y queremos incursionar y ver qué onda. Y lo de España surgió por un intercambio de las compañías, al manager de Loquillo le interesó Estelares y cuando ellos vinieron acá los invitamos a tocar a Atenas y ahora vamos a hacer una pequeña gira con ellos allá. Vamos a estar en el Festival Internacional de Pirineos Sur, donde también tocan Leon Gieco, Molotov, Fito Páez, Calle 13… y nosotros, va a estar buenísimo. Ni bien termine el show me voy a tomar un café al pueblo.

-¿Te seguís poniendo nervioso cuando salís a tocar?

-No, el otro día tocamos ante 300 mil y estaba feliz boludo, es una gran alegría. No me enrosco con la culpa, lo disfruto, es lo que quise siempre. Aunque un poco nervioso siempre te vas a poner, pero lo peor es cuando quizás toco solo para 200 personas y ahí sí me pongo muy nervioso, sobre todo en la previa, después cuando arranca lo disfruto.

-¿Hay algún recital que recuerdes más que otros?

-Un cimbronazo groso fue nuestro primer Cosquín, todavía se hacía en la Plaza Próspero Molina, había como 20 mil personas, nosotros nunca habíamos tocado para esa cantidad de gente y yo estaba ahí con el resto y no sabía de qué disfrazarme. En Córdoba habíamos sonado pero no mucho y yo creo que me salvó que salí al escenario y había adelante de todo unas 300 personas que que habían ido a ver a Estelares…sino te puedo asegurar que no me salían las palabras. Ahora ya no, tocamos para mucha más gente pero ya estoy entrenado.

-El 11 y 12 de junio van a estar tocando en Capital, en Niceto, ¿Qué se le puede adelantar a la gente de esos shows?

-Van a ser shows alrededor del último disco, aunque también vamos a repasar todo lo viejo. También vamos a presentar el último tema que grabamos para el tributo a Los Fabulosos Cadillacs. Y la gente va a poder ver a Estelares que está en un muy buen momento  y que, aunque alguna vez pareció una banda de pop, suena muy rockera y muy bien en vivo.

estelares entrevista

Ph. Sacry


Estelares se estará presentando en Niceto Club (Av. Niceto Vega 5510) los días 11 y 12 de junio. Las entradas están $30 y se pueden conseguir acá.